Eres tu propio jefe
Si trabajas como autónomo, serás tu propio jefe, de modo que tú decidirás tu manera de trabajar. ¿Qué puede ir mal?
Todas las decisiones recaen sobre ti y esto implica que podrás elegir qué carga de trabajo soportas y qué clientes aceptas. En definitiva, no tendrás que soportar las exigencias de tu superior y te sentirás algo más aliviado por la libertad y la flexibilidad que tienes en tu jornada laboral.
Aprendes nuevas habilidades
Si te decides a trabajar como autónomo, verás cómo te conviertes en una persona mucho más polivalente. De ahí viene la palabra, de autonomía y la capacidad de hacer las cosas por ti mismo.
Actualizar tu página web, gestionar las facturas, el uso de aplicaciones móviles para freelance… aprenderás sobre tareas que nunca has tenido la necesidad de desarrollar como empleado por cuenta ajena. No hay nada mejor que aprender a sacarse las castañas del fuego y abarcar un montón de aptitudes.
Decides tus horarios y el lugar
Eres tú mismo el que decide a qué horas trabaja. De hecho, si un día has tenido que quedarte hasta tarde por una alta carga de trabajo, siempre puedes compensarlo otro día en el que estés más relajado.
Esto no se aplica en todos los casos, pues un obrero, por ejemplo, sí que tendrá que acudir a un lugar concreto. Sin embargo, en muchas ocasiones puedes trabajar desde un local, desde casa o desde el sitio que prefieras.
En depende qué casos, incluso puedes llevarte el ordenador cuando estás de viaje. Sin duda, una ventaja para las personas más inquietas.
¿Más horas? Más dinero
Otro de los grandes beneficios. El trabajo de freelance no tiene un sueldo fijo y es que cuanto más trabajas, más ganas.
¿Llevas un mes sin parar? Agotador, es verdad, pero al menos tienes el aliciente de cobrar más cuando termine. ¡Todo esfuerzo tiene su recompensa! Y a veces es necesario asumir esta sobrecarga de trabajo para poder disfrutarlo después.
Posibilidades de expansión
Siendo autónomo puedes aceptar nuevos clientes e incluso aumentar el número de funciones que llevas a cabo en tu trabajo. Cuando eres empleado por cuenta ajena, muchas veces esto está limitado, pero si lo eres por cuenta propia, tú decides a qué te dedicas.
Por ejemplo, un redactor puede abrirse a sectores como la corrección o incluso la traducción sin necesidad de cambiar de trabajo, así como añadir un nuevo tema de especialidad.
Es más difícil perder tu empleo
Una de las mejores partes de ser freelance es contar con varios clientes. Aunque hay que procurar no perder ninguno, siempre es un alivio saber que cuentas con más trabajo en el caso de que pase lo peor.
En internet tienes un sinfín de plataformas en las que puedes encontrar oportunidades laborales como autónomo. Asimismo, hay muchas empresas que tienen necesidades puntuales que puedes cubrir con tu trabajo como freelance.
Como ves, ser freelance tiene muchas ventajas que abarcan tanto la libertad y flexibilidad que proporciona como la posibilidad de aumentar los ingresos y adquirir nuevos conocimientos. Si estas razones te han convencido, tienes que pensar en qué área de negocio puedes centrar tus servicios.
Y lo mejor para desempeñar tus labores como freelance es formar parte de un coworking. Nosotros tenemos cientos de coworkers freelance, ¿por qué no serlo tú también en Aticco?[:]